VISITAS PENDIENTES POR LA PROVINCIA DE ÁVILA
01.- Castro de Ulaca
VISITAS PENDIENTES POR LA PROVINCIA DE ÁVILA
01.- Castro de Ulaca
Vista de la escultura El Baño de Ataecina, que representa a las divinidades vetonas de Vaelico y Ataecina, situada en el embalse de la localidad
https://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/26/castillayleon/1314350827.html
Las murallas, como se puede observar por sus restos, partían del Castillo y rodeaban el viejo pueblo del Barco.
El trazado actual es del siglo XII y se debe su edificación igual que las de Avila, Salamanca y Segovia a D, Ramón de Borgoña, marido de la primera señora de Valdecorneja.
La planta de las mismas es pentagonal.
Tenía dos puertas románicas, la del Campillo o de la Horcajada, actualmente derribada, y la de Piedrahíta o del Ahorcado, reconstruida; con arco de medio punto y torres avanzadas para su defensa.
Existían también dos puertas más: una enfrente de puente románico, la puerta del Puente, y la otra la puerta de la Villa denominada de la Ribera o de la Regadera. Poseía además tres postiguillos: el postiguillo del río casi enfrente de la Torre de la Iglesias, también denominado Postigo de la Gallareta, con escalera de bajada, y frente al Hospital el Postigo de la Regadera o del Hospital o del Batán y en la Calle del Río.
La muralla dejaba paso a la Regadera de la Villa por un diminuto arco de herradura ya desaparecido.
Tenía para su defensa varios cubos o torres avanzadas distribuidas a lo largo del trazado de la muralla.
Tiene una tradición muy antigua.
Por el siglo XIII, una gran crecida del Tormes arrastró, no se sabe desde dónde y dejó orillado a la izquierda del río por encima del puente, un Cristo de madera de tamaño natural.
Lo vieron unos caminantes y junto a la gente del pueblo lo condujeron en procesión a la Iglesia Parroquial, donde se dejó. A la mañana siguiente volvió a aparecer en el mismo sitio, lo llevaron de nuevo a la iglesia. Al día siguiente ocurrió igual.
La gente se convenció de que quería permanecer a la entrada del Puente y allí le erigieron una ermita, denominada del Humilladero inicialmente.
Cuatro siglos después se declaró ruinosa y en el siglo XVII (1672) se reconstruyó. Al hacer los cimientos surgió una corriente de agua que se recogió en una fuente de 3 caños. Desde entonces empezó a llamarse a la fuente y al Cristo del Caño.
Hay fiestas en su nombre, el primer domingo de septiembre y viernes y sábado anteriores. Se lleva al Cristo en solemne procesión por el pueblo hasta la Iglesia Parroquial, lugar en el que permanece hasta el último domingo de octubre, fecha en que se devuelve la imagen a la ermita
Templo construido en 1663 en el mismo lugar en que nació San Pedro del Barco en 1088.
Educado muy cristianamente, desde la niñez dio muestras de sus virtudes. Al quedarse huérfano se retiró a un rincón de lo que es hoy la Ribera barcense.
Empezó a roturar y a labrar estas tierras, así como a socorrer a los pobres y a enseñar a las gentes.
Creció la fama de su virtud y el Obispo de Segovia le nombró canónigo de sus Catedral.
En el año 1149 regresó al Barco con su amigo San Pascual, natural de Tormellas.
Como estaba muy viejo buscó a un mozalbete para que lo ayudara. Pidió al Señor que le diera a conocer el momento de su muerte. Le anunció que sucedería cuando el agua de la fuente en que bebía se convirtiese en vino.
En octubre de 1155, San Pedro tuvo sed y pidió al muchacho le trajeses un poco de agua, al probarla observó que era vino. A los 3 días murió.
Como no hubo acuerdo sobre dónde enterrarle, se decidió montarle en una mula, a la que habían vendado los ojos; en el lugar donde se parase, allí se le enterraría.
La mula partió de El Barco, pasó Piedrahíta y al llegar a Avila, se dirigió a la Iglesia de San Vicente donde se paró y dejó marcada su huella, conservándose ésta actualmente. La mula cayó muerta y fue enterrada en el trozo de muralla más cercano a la iglesia, que conserva todavía el nombre de "Cubo de la mula".
San Pedro fue enterrado en la iglesia y allí permanece, salvo el húmero que fue extraído para depositarlo en la ermita de San Pedro, en El Barco de Avila.
Actualmente está en el Museo de la Iglesia Parroquial.
Es comúnmente llamado 'puente viejo'. No se sabe bien la época en la que se construyó el primer puente alzado en este lugar por los romanos, necesario para el tránsito de las calzadas. Pero es seguro que debido a tantas guerras y ataques sufridos tuvo que ser reconstruido en el siglo XII, adoptando así su actual estilo románico.
Aun así, el puente ha seguido cambiando desde entonces, pero todavía se puede reconocer en su forma la arquitectura romana, con sus ocho arcos desiguales y sus anchas pilas de sillares almohadillados. El puente es alomado con una cuesta de subida y bajada, conocida como "lomo de asno". Hasta el siglo XIX tuvo en su centro una torre defensiva, pero ésta fue destruida junto con toda la parte central en la Guerra de la Independencia por las tropas napoleónicas. Diez años más tarde el puente fue reconstruido. La torre quedó sumergida en el río, pudiéndose observar vestigios de ella en las inmediaciones del charco de las tenerías.
Confluencia del Cordel de Extremadura con la Calle del Pozo.
Única puerta de la muralla que permanece en pie, posee un estilo románico, aunque fue reconstruida en el siglo XVI.
Inicialmente se denominaba Puerta de Piedrahíta o de Avila. Hasta que en el siglo XVI ocurrió el hecho que hizo cambiar su nombre. Desde entonces siempre se llama a esta Puerta la del Ahorcado.