QUE VER
- La venta juradera de los toros de Guisando
Por aquí discurria un antiguo camino de tantos como hubo desde la prehistoria. En tiempo romano, este camino era ya una ruta de comunicación en la que habia asociado un monumento de carácter funerario. En la Edad Media se convertiría en la Cañada Real Leonesa Oriental, albergando una venta que en 1468 seria el escenario de un trascendente hecho histórico, siendo en ello el germen del futuro reino de España que ha llegado hasta el presente.Hoy sólo quedan los cimientos.
EL CAMINO ANCESTRAL
Igual que hoy, en la antigëdad existieron multitud de caminos que comunicaban a las gentes,reportando contactos humanos,transmitiendo adelantos técnicos y llevando mercancias de unos lugares a otros.
Posiblemente ya en la prehistoria pasaba una ruta de comunicación por este lugar,utilizando el valle del rio Tuétar como trazado.De su exoistencia en tiempo romano hay constancia a través de las esculturas de los cuatro toros de piedra y del monumento o monumentos del que pudieron formar parte, en la inmediatez del camino.
LA CAÑADA REAL
En la Edad Media,a partir de 1273, la constitución del Honrado Concejo de la Mesta por Alfonso X "El Sabio", otorgó privilegios muy importantes a este camino y a otros similares, convirtiéndolos en Cañadas Reales, para que transitaran or él en trashumancia las preciadas ovejas merinas, cuya lana era muy preciada en toda Europa.
LA VENTA DE LOS TOROS DE GUISANDO
Como consecuencia de esto hubo una venta al lado de la cañada que fue incorporada al cercano monasterio de Guisando (en la ladera del monte, al oeste) en el siglo XIV.Además, en ese tiempo existia, inmediato, un horno de vidrio.
La venta se organizaba en torno a dos patios, con cuadras y caballerizas. Allí los viajeros podian descansar y recibir avituallamiento.
Hoy solamente quedan los cimientos.El edificio fue habitable por lo menos hasta 1619. A mediados del siglo XVII, ya no estaba habitable ni totalmente en pie. Fray Ferónimo de la Cruz, prior del monasterio antes citado, nos dice que "la venta se deshizo y se allanó la tierra para no permitir las ofensas a Dios que allí se cometian".
EL PACTO
El dia 19 de septiembre de 1468 se celebró un pacto trascendental en esta humilde venta, que desde entonces pasaria a ser un símbolo para la constitución del futuro reino de España.
En este lugar Enrique IV nombró heredera del trono a su hermana Isabel.
En este pacto, con objeto de aplacar una sublebación por parte de la nobleza y clero, el rey de Castilla, Enrique IV nombraba heredera del trono a su hermana Isabel, comprometiéndose ésta a vivir en la corte y a solicitar consentimiento del rey para su matrimonio.
un año después, la princesa se casará en secreto con el principe Fernando de Arag´ñon. Ante lo cual el rey revocará el pacto.
Muerto Enrique IV en el 1474, Isabel se proclamará reina en contra de los partidarios de la infanta Juana, hija del rey anterior.
Ello provocará una guerra entre unos y otros, que se extenderá por cuatro años y finalizará con el tratado de Alcovaca, en el que Isabel es reconocida reina de Castilla.
A la muerte del rey Juan II de Aragón, Fernando heredará el trohno, fundiéndose en uno los reinos de Castilla y Aragón, constituyendo con ello la base sólida del futuro reio de España. En 1496 el para Alejandro VI les reconoce el título de reyes Católicos con el que han pasado a la historia.
LAS ESCULTURAS ZOOMORFAS EN PIEDRA
Las esculturas zoomorfas en piedra representando toros y cerdos fueron una manifestación simbólica propia del pueblo de los vetones, uno de los muchos pueblos que habitaban la península ibérica a la llegada de los romanos a finales del siglo III a.C Ocupabanlas actuales provincias de Ávila,Salamanca,Cáceres y parte de la de Toledo .Tras la conquista romana de estas tierras , sucedida hacia el 136-133 a.C. dichas esculturas siguieron tallándose al menos hasta el siglo II ya en el tiempo imperial.
Probablemente se conserven en el mismo lugar donde fueron tallados.
Representan siempre a toros y cerdos, animales muy significativos en la economía de los vetones.
Debieron ser sínbolos protectores del ganado colocados tanto en las puertas de los castros prerromanos como en los caminos por los que se transitaba, así como en las zonas de pastos frecuentados por los ganaderos vetones.
EL MONUMENTO ROMANO Y LOS TOROS
Uno de ellos tiene una clara inscripción latina en abreviaturas en la que se lee: LONGINUS PRISCO - CALAET Q PATRI F.C., que se traduce como: Longino se encargó de hacer (este monumento) para su padre, Prisco, de los Calaéticos.El texto muestra la pertenencia de Prisco al clan de los Calaéticos, según la organización social en aquella época.Al menos en dos más se aprecian letras difusas que podrian corresponder a otras inscripciones similares.
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